Desde antes de nacer somos únicos. La extraordinaria combinación genética que da lugar al ser humano que somos, comienza a fraguarse desde el mismo instante de nuestra concepción. Como producto de esa exclusividad, portamos rasgos distintivos únicos en este mundo.
Somos seres únicos e irrepetibles. Cada uno tenemos un ADN característico, una huella dactilar diferente a la del resto, así como nuestro propio color de iris en el ojo, pero también una voz que nos caracteriza a cada uno de nosotros.
En la actualidad existen dos métodos relacionados con la identificación óptica por ejemplo: Reconocimiento de Iris y Reconocimiento de retina. El primero emplea el músculo coloreado del diafragma para verificar, y el segundo examina el patrón único de los vasos sanguíneos de la retina.
Nuestra voz se constituye principalmente en dos partes:
1.-La zona donde se genera la vibración es la laringe, en concreto los pliegues vocales, también conocidos como ‘cuerdas vocales’. La tensión de las cuerdas vocales, como un instrumento musical de cuerda, determina una primera característica. La mayor tensión de las cuerdas vocales determina un tono más agudo de la voz. Es la primera característica que diferencia la voz de hombres y de mujeres.
2.- La caja de resonancia, nuestra cavidad rinofaríngea, donde ese sonido resuena, no sólo por nuestra estructura anatómica, sino que también por estructuras móviles, como por ejemplo la lengua, que harán que la voz sea de una u otra forma. Aquí la voz reverbera, el sonido se modifica y genera la voz concreta resultante.
«Las cuerdas vocales serían como las cuerdas de la guitarra que producen sonidos y la caja de resonancia les da esa caracterización única’’.
Nuestra huella dactilar
Está demostrado científicamente que los dibujos que aparecen visibles en la Epidermis son perennes, inmutables, diversiformes y originales:
• Son perennes porque, desde que se forman en el sexto mes de la vida intrauterina, permanecen indefectiblemente invariables en número, situación, forma y dirección hasta que la putrefacción del cadáver destruye la piel.
• Son inmutables, ya que las crestas papilares no pueden modificarse fisiológicamente; si hay un traumatismo poco profundo, se regeneran, y si es profundo, las crestas no reaparecen con forma distinta a la que tenían, sino que la parte afectada por el traumatismo resulta invadida por un dibujo cicatrizal.
• Son diversiformes, pues no se ha hallado todavía dos impresiones idénticas producidas por dedos diferentes.
• Son originales, ya que todo contacto directo de los lofogramas naturales producen impresiones originales con características microscópicas identificables del tejido epidérmico. Se puede establecer si fueron plasmadas de manera directa por la persona o si trata de un lofograma artificial.
Nuestras orejas
Resulta que los bordes, bultos y la forma de tu oreja exterior son tan únicos que esta pronto podría ser una de las mejores formas para identificarte. Estudios han demostrado una precisión de hasta el 99,6% cuando las orejas fueron escaneadas utilizando un software de computadora que recrea su posición, escala y rotación. Esa es la misma precisión de las huellas dactilares.
En concreto, todos los seres humanos que habitamos este mundo, somos únicos e irrepetibles.
Es por esto que me opongo a la idea errónea y estratégicamente política e ideológica imperante, de que todos somos iguales.
Ni siquiera abono a las frases divinas y terrenales como: ‘’todos somos iguales a los ojos de Dios’’ o ‘’Todos somos iguales ante la ley’’.
No, señoras y señores, no somos iguales.
Si bien acatamos normas de sana convivencia, y formamos parte de una sociedad, no deberíamos actuar como una masa homogénea, porque estaríamos desechando lo que nos hace maravillosamente únicos e irrepetibles, cambiándolo por una pertenencia colectiva, impulsada por los estrategas psicológicos que trabajan para formatear a los seres humanos en detrimento de ellos mismos y en favor de sus estratagemas de dominio masivo.
Al deleitarnos con una canción, podemos identificar diferentes instrumentos y voces humanas creando arte desde su equilibrio, esa proporción y correspondencia adecuada entre los diferentes sonidos que forman parte de un conjunto maravilloso que se denomina armonía.
Imaginemos un mundo que solo haga música con percusión, o solo con vientos.
O lo aburrido de solo vincularnos con personas que piensen igual que nosotros.
Encuentro aquí uno de muchos factores que dificultan la vinculación entre los seres humanos en estos tiempos.
Tenemos una información genética en nuestro ADN que también es única e irrepetible y por lo tanto es hora de disfrutar y celebrar esos rasgos distintivos, dejar de verlos como un obstáculo y empezar a dignificarlos y reivindicarlos ante los que nos quieren dominar como una especie de ‘’pastores políticos’’ y gritarles; ¡NO SOMOS UN REBAÑO!
A lo largo de la historia humana y basándose en el estudio del hombre y su forma de socializar e interactuar con sus pares, los expertos en estrategias de dominio, se apoyaron en nuestros instintos primitivos. Necesitamos tener ese sentido de pertenencia, sentirnos parte de ese club, de esa religión, ese grupo, esa tribu, esa manada.
Al poseer rasgos únicos, también poseemos una creatividad única y muchos ni siquiera saben que la poseen, porque pasaron mucho tiempo siendo socios de un pensamiento ajeno, o fanáticos de una expresión creativa que no nació de su propio ser.
Del mismo modo se acopló y abonó a posiciones culturales, político-ideológicas y partidarias preestablecidas. Izquierda, derecha, centro, libertaria, conservadora, republicana, demócrata, etc.
Rockeros, Punks, Románticos, Planchas, Chetos, Hippies, Cumbieros, Darks, Emos, Floguers, Animalistas, Hiphoperos, Reguetoneros, Miliqueros, Faloperos, Naturistas, Rotos, Cocidos, Discriminados, Feministas, Pro putitos, Humanistas, Mileisianistas,y algunas fusiones como; Libertontos, bolchetos, Zurditos caviar, Traperos y Carrasquitos terraja.
Nada de creatividad, de reivindicación individual, de pensamiento personal, por el contrario todos terminan abonando a una tribu, algunos con convencimiento y otros por propia mediocridad y baja autoestima que los hace acomodarse donde le den cabida.
Sabiendo de este comportamiento instintivo y natural del ser humano mediocre, el aparato político y comercial se pone en acción, recluta e infiltra a sus ‘’influencers’’ en cada uno de los grupos que acabo de nombrar.
En esta era virtual, las redes sociales y sus likes han reforzado su estrategia de id iotización humana.
Las miserias del hombre son expuestas como ‘’cool’’, es decir, ser una ameba idiota vende.
Todo lo demás, como el pensamiento crítico personal, el individualismo, la personalidad creativa, el talento, el destaque en algún área, son vistos como algo no digno de seguir o, en el imaginario imbécil colectivo, relacionado a algún rasgo ‘’Facho’’.
Son tiempos difíciles para nuestra raza, lo sè, pero creo firmemente que nos debemos un esfuerzo y es el de reflexionar sobre las banderas que levantamos, los discursos que aplaudimos, las corrientes prestablecidas a las que abonamos, lo que nos enseñaron y quienes lo hicieron, nuestra responsabilidad en este domo occidental de ignorancia y odio, y adentrarnos en nuestras capacidades, en nuestro potencial, ingenio y creatividad personal, como para poder encontrarle sentido a nuestra propia existencia, una razón, un propósito.
El mundo necesita de nuestra humanidad creativa, de nuestro mayor esfuerzo para volver a crear lazos que nos encuentren en la tarea de reivindicar al ser humano, con nuestras oscuridades controladas por nuestra conciencia, por nuestra creatividad expuesta por nuestra valentía y por nuestro amor libre de las cadenas de la hipocresía.
Todo lo demás, es una construcción social berreta carente de espíritu y sustento. Es momento de hacernos cargo de nuestra propia mierda y dejar de culpar a otros de nuestra propia cobardía, ignorancia e incompetencia.
Que tu vida valga la pena, que tu pasaje por este mundo tenga sentido para vos y para los que te rodean.
No te dejes engañar, vos vales y podes concretar todo lo que te propongas, no te dejes engañar, sé vos y que todo lo demás se valla a la mierda.
Esteban Queimada
Estimado, comparto a medias tus reflexiones y debe ser por que no creo en los «montones» como decía Quino con su maravillosa Mafalda: Otro mas del montón que no quiere ser del montón.
Cómo pides que seamos claros independientes de cualquier influencia exterior y tus nos dice que hay que ser de esta manera? No lo entiendo, y mucho menos cuando me encaramo frente a la inoperancia y panfleto de los otros. Si te agarra Freud te diría que estás «proyectando» y mira que disfruto de tus comentarios y los comparto plenamente, pero no creo, sinceramente no creo ni en las individualidades ni en las grupalidades. nada existe fuera del momento en que decimos o percibimos algo. Cambiamos, todo el tiempo cambiamos.