Fascismo Comunismo

Basándonos en las definiciones populares y en las que fueron impuestas como chips educativos, desde el inicio de la etapa estudiantil de la generación X, Fascismo y Comunismo se presentan como opuestos.

Si uno simplemente busca el significado de estas doctrinas en Wikipedia se encuentra con definiciones básicas.

-FASCISMO – Movimiento político y social de carácter totalitario y nacionalista fundado en Italia por Benito Mussolini después de la primera guerra mundial. El Estado fascista ejerce su autoridad a través de la violencia, la represión y la propaganda (incluyendo la manipulación del sistema educativo).

-COMUNISMO- Doctrina económica, política y social que defiende una organización social en la que no existe la propiedad privada ni la diferencia de clases, y en la que los medios de producción estarían en manos del Estado, quien distribuiría los bienes de manera equitativa y según las necesidades.

Ahora, en las expresiones e implementaciónes puras de estas facciones, los resultados han sido tan nefastos como iguales. El hambre, la persecución, la violación de los derechos humanos, la privación de libertad a través de procesos judiciales sin garantías, la toma de control de los medios de comunicación y de la educación, el secuestro, la censura, la tortura, la explotación y usura al sector obrero, la concentración de la riqueza en los líderes totalitarios, su aparato represivo y su descendencia, terminan hermanando estas doctrinas.

El Fascismo y el Comunismo comparten el rechazo hacia el Liberalismo, esto es, hacia la reivindicación de derechos y libertades individuales. Ambos creen que existe un bien superior que antepone intereses colectivos por sobre cualquier otra cosa: la nación por un lado, la clase trabajadora por otro.

NAZISMO SOCIALISTA

El nazismo viene de la palabra nacional socialismo. Esta ideología tipo fascista se caracterizó por su impulso a la expansión imperial de Alemania promoviendo sentimientos antisemitas y glorificando a la raza aria. Esta filosofía cae bajo el término del socialismo ya que otorgaba todo el poder al Estado y este decidía el futuro de la vida de los judíos sin su consentimiento.

El socialismo y el comunismo tienen definiciones que intentan desmarcarse entre sí, pero son sólo dos procesos distintos de una misma ideología. No fue sino hasta la revolución Bolchevique que el término socialismo llegó a referirse a una etapa previa a la fase final del comunismo.

En resumen y sin extenderme en definiciones ni acontecimientos históricos, el socialismo está en el Adn del Fascismo y del Comunismo.

En resumen y sin extenderme en definiciones ni acontecimientos históricos, el socialismo está en el Adn del Fascismo y del Comunismo.

Hoy en Uruguay y tras la creación de un nuevo partido político llamado Cabildo Abierto, cuyo líder es un ex comandante del ejército, el debate ideológico y muy antiguo, vuelve a acaparar la escena política y las portadas de prensa.

Hoy la verdadera guerra es entre Globalismo y Nacionalismo, el primero es el que abraza la nueva izquierda, el otro es el que intenta reivindicar tibiamente este nuevo partido, mientras que los partidos tradicionales coquetean desde lo discursivo entre estatismo y liberalismo, mordisqueando un trozo de la porción electoral pero sin alejarse del confortable centro.

Hoy los anti imperialistas se arrodillan ante la injerencia internacional, los liberales aplican políticas económicas Keynesianas y los movimientos sociales que buscan reivindicar derechos humanos, portan banderas y símbolos que representan al genocidio. ¿Contradictorio y confuso verdad?

Lo cierto es que el Fascismo y el Comunismo terminaron con la vida de millones de personas a lo largo de la historia, simplemente por no obedecer ni arrodillarse ante sus enfermos totalitarismos.

La división del pueblo, promovida y financiada por la élite mundial y las bajas estrategias demagogas de líderes partidarios locales, refuerzan a la casta política, la cual al igual que las corporaciones de la medicina, te fabrican la enfermedad para venderte la cura.

Hoy todos son lo mismo, hoy estamos presos de la muy aceitada y perfeccionada maquinaria de manipulación. La hipocresía reina, la mentira cotiza al alza mientras los pobres son los de siempre, esa porción del mundo oculta detrás de índices y estadísticas, esa porción del pueblo tan necesaria para el sistema político, como la votación obligatoria en Uruguay. Hoy el electorado está tan confundido que ni siquiera sabe qué significan todos estos conceptos que por fuera parecen opuestos, pero que en su interior, esconden el hambre y las mismas intenciones, obtener poder.

Esteban Queimada