Si supuestamente hay evidencia de desigualdad estructural y opresión, porque la mujer no es representada precisamente al 50% en todas las profesiones y en todos los niveles; ¿Entonces por qué no hablamos de la representación de la mujer en todos los oficios y profesiones en todo nivel?
Una búsqueda rápida en Google no nos va a responder tal pregunta, ni arrojará luz sobre la verdadera razón por la cual el mundo entre el hombre y la mujer, sus aptitudes y competencias, marcan diferencias de acuerdo a la naturaleza y características de su sexo, las cuales hoy son presentadas como «desigualdades».
Lo curioso es que no hay un antónimo para la palabra «argumento» y ahí está el punto. El argumento es el razonamiento para probar o demostrar una proposición, o para convencer de lo que se afirma o se niega.
La postura y el discurso globalista de «igualdad» o «Equidad» es una propaganda utópica y una noción romántica de justicia y humanismo, la cual carece de argumentos razonables para generar conciencia y por cierto, empieza a generar el sentido contrario, es decir, rechazo.
En estos tiempos las preguntas sencillas pasaron a ser complejas. Una vez que se impone la negación de la prueba empírica y se suplanta por un conjunto de conjeturas y líneas ideológicas proclamadas como «verdad absoluta», ya no hay argumentos ni razonamiento que valga. Bajo el eslogan de «Evolución del ser humano» se encuentra oculto el involucionista modernismo promovido por la agenda global de idiotización masiva.
Negar la propia naturaleza humana es involucionar, es desechar milenios de información sobre el ser, sobre lo que somos, lo que sentimos y por sobre todo, qué nos define como hombres y mujeres.
Cierto es que ni la cultura, ni la moda, las religiones ni las nuevas tendencias, podrán jamás suplantar lo que somos. Es decir, no hay movimiento activista que pueda cambiar mágicamente nuestros cromosomas, órganos, conexiones neuronales, genitales, estructura ósea, ni nada de nuestra naturaleza humana y el sexo con el cual nacemos.
Pretender suplantar lo cierto e inalterable, por concepciones, repito, es involucionar como especie humana y atentar contra nuestra propia naturaleza.
¿Qué trae eso consigo? Confusión y con ella confrontar al individuo con su propia existencia. Esto es alimento para los seres ávidos de poder, de ese poder de control y manipulación del resto de las personas, para atraerlas y así plasmar sus propios y egoístas propósitos de dominio.
Cuando te pares frente a uno de estos «soldados globalistas», solo debes hacer preguntas sencillas como : «¿Cuál es la definición de mujer y de hombre ? ¿Qué son los cromosomas? ¿Qué actividades domina la mujer y cuáles el hombre y por qué? ¿Qué intercambio biológico se necesita para crear vida? ¿Qué sexos pueden asegurar la continuidad de la raza humana y bajo qué proceso?.
Te aseguro que te vas a sorprender con sus descabellados «argumentos» carentes de sustento.
Vamos a intentar comparar la idea de un mundo totalmente igualitario entre el hombre y la mujer y para ello siempre es bueno razonar desde una visión espejo, es decir, si el mundo es tan injusto y desigual, imaginemos un mundo donde nadie gane ni pierda, donde dé lo mismo la haraganería que el esfuerzo, donde todas las actividades tengan 50 y 50% de hombres y mujeres.
Un mundo donde cada disciplina deportiva, artística y laboral estuviese compuesta por una cuota de hombres y mujeres blancos y negros al 50%.
¿Ya te imaginaste mujeres peonas de obra picando hormigón 8 horas, mujeres rompiendo récords de velocidad en carreras mixtas, boxeadoras peleando en categoría pesados mixta y ganando el título mundial por nockout, hombres embarazados con útero y amantando, o cosas por el estilo? ¿Una locura verdad?
Lo contradictorio es imponer respeto y aceptación de lo que yo creo que soy, es decir, en base a mi «autopercepción» y obligar a los demás a ser «empáticos» con ello.
Pongamos otro simple ejemplo : si yo me autopercibo el hombre más bello, más sexy e irresistible del mundo, no aceptaría jamás e incluso denunciaría a cada mujer que me rechazara argumentando discriminación. Si lo sé, es un ejemplo estúpido, casi como la ideología de género.
O por ejemplo creyera que estas líneas con faltas ortográficas y gramaticales y un tanto mediocres, fuesen merecedoras de un premio Pulitzer y demandara a la Universidad de Columbia por discriminación.
De hecho, ser hombre o mujer significa ser humano pero de modo distinto (xx, xy). Las diferencias cromosómicas marcan la personalidad -al mismo tiempo única e irrepetible- de cada ser humano. Si analizamos lo fácilmente visible y los estudios científicos realizados hasta el momento, nos encontramos con estas diferencias biológicas entre el hombre y la mujer.
- El cuerpo del hombre es distinto al de la mujer desde el vientre materno.
- Los cerebros son distintos.
- Los juegos, innatos, sin ninguna influencia externa, son distintos en los niños y en las niñas.
- Las mujeres se identifican más con su cuerpo.
- Las formas de comunicarnos son distintas.
- Los movimientos corporales son distintos.
- La forma de conquista, enamoramiento y efectividad funcionan de manera diferente.
Así y todo, nos están queriendo instaurar todo lo contrario y así de descabellado es el núcleo argumentativo de la agenda 2030 y sus adeptos. Ningún ser humano podrá erradicar la injusticia, el hambre ni la maldad intrínseca del ser humano. Tampoco se puede generar conciencia imponiendo, ni abogar por la libertad censurando.
No hay empatía que pueda ser buscada a través de la estigmatización de las voces disidentes, ni justicia alguna cuando se sobrecarga un plato de la balanza.
Mantenerse centrado dentro de un tornado de esquizofrenia no es tarea fácil. Creo y lo digo desde mi experiencia personal y comprobable solo por mí, ya que soy un ser único e irrepetible que vive en sociedad, que lo mejor es elegir hacia dónde viajar y ese primer viaje es hacia la razón de tu propia existencia.
En tiempos de exterorización de todos los aspectos negativos que tiene el ser humano en su naturaleza como especie, les recomiendo hacer el viaje más difícil, el viaje menos promocionado y ese es el viaje hacia adentro, hacia ustedes mismos.
Son tiempos difíciles, pero no imposibles. Somos hombres y mujeres y lo que nace de esa unión es sagrado y nada será tan fuerte ni tendrá tanto poder, como para desarraigarnos de nuestra propia naturaleza.
En ese viaje hay que tener mucho cuidado porque las posturas «antiglobalistas» también están siendo aprovechadas, por facciones ávidas de poder.
En conclusión, no se puede imponer la idea de «un mundo mejor», primero porque ninguna buena idea requiere imposición. Segundo, porque no se puede intentar reivindicar la libertad, censurando ni estigmatizando el pensamiento individual, ni se puede hablar de «bien común» eliminando el yo. Tercero, porque hacer un «mundo mejor» requiere de la micro acción conjunta, trabajando primero en nosotros mismos antes de pensar en el bienestar ajeno. Y cuarto, negar la realidad es algo que solamente hacen los cobardes y en estos tiempos de segregación, odio y conflicto, solo los valientes encontrarán los mejores caminos para la preservación de la vida humana.
Excelente !!!, que vuelvan las columnas a la web..se extrañaban.
Arriba equipazo !!!
Magnífico Queimada, felicitaciones!
grandioso, llegué acá por un video compartido en wap, gracias
Me parece exelente .lo mejor que he leído .sobre la igualdad y la hequidad de genero