Pasado mañana vuelve a ser 8 de marzo, y se vuelve a conmemorar el “día de la mujer”. El día en que otrora saludábamos a nuestras madres, parejas, hermanas y compañeras de trabajo con un “feliz día” y con algún presente, siendo normalmente, ambas cosas bien recibidas.
Pero en un mundo de nueva normalidad, o tal vez de nueva anormalidad, las cosas cambiaron bastante; ahora el 8 de marzo es “8M”, ya no es más un día de conmemoración sino un día de lucha feminista, y muchas ya no te miran bien si les deseás un feliz día; por el contrario, te responden con un altanero “no tengo nada que festejar”. Como si un mero saludo fuera una palabra hiriente, o incluso, una falta de respeto.
Es que ahora, ese 8M es un día cargado de consignas, muchas veces vacías o contradictorias; de mensajes políticos (recuérdese el “si no sos de izquierda, no sos feminista”), de pañuelos violetas, y de mensajes agresivos hacia los hombres y las iglesias. Otra vez veremos mujeres con sus cuerpos pintados haciendo danzas tribales, como si de un flashback a un mundo antiguo se tratase.
Y ahí estarán ellas otra vez: con su odio acérrimo al macho, sin importar que en sus vidas haya habido hombres orgullosos de serlo, que las amaron o intentaron protegerlas. Sin saber diferenciar a los asesinos de los buenos hombres, sin ver que la violencia y la maldad existe tanto en hombres como en mujeres. Estarán ellas con su desprecio al Estado y sus instituciones, esas mismas instituciones a las que luego irán a pedirles plata y cupos, basados en ideología de género. Y ahí veremos nuevamente a representantes del Estado, felices de figurar frente a las cámaras, y deseosos de hacer declaraciones en los móviles en vivo de los noticieros. Porque que en el fondo que estén o no de acuerdo ya no importa, ahí hay votantes, y ahí van a estar.
Se nombrará una y mil veces al patriarcado, a la opresión que sufren, a lo difícil que es ser mujer; entonces yo les pregunto a ustedes, que levantan al viento sus puños violetas: ¿de verdad lo que quieren es igualdad? ¿En serio odian tanto al viejo machismo, como para ahora intentar que se repita eso mismo?
Porque es así chicas, si pueden me lo explican, porque no lo entiendo; ¿no ven acaso que lo que piden no es igualdad, sino la supremacía de la mujer por sobre el hombre? ¿No se dan cuenta de que nos quieren separados, por aquél viejo refrán de “divide y reinarás”? Y sobre todo, ¿de verdad no se están dando cuenta que los de arriba las están usando, y están siendo funcionales a la agenda de otros?
Si pueden chicas, por favor, me lo explican; porque no lo estoy entendiendo. Para todas las demás mujeres, con M mayúscula, que no creen en nada de esto ni se sienten identificadas, les deseo un muy feliz día.
Bernardo Cruz en Machos (6/03/23)